La oscarizada artista es una de las actrices más reputadas de la industria del cine, pero esa envidiable posición no impide que Kate Winslet haya desarrollado en los últimos años un profundo instinto maternal que ha dejado su carrera en segundo lugar.
Como ella misma explica, sus hijos Mia y Joe constituyen la gran prioridad de su vida y, ahora que está embarazada de su tercer retoño, la famosa intérprete admite que no es capaz de abstraerse en ningún momento de su faceta más familiar.
"Mis hijos son lo mejor que tengo en esta vida y han eclipsado por completo cualquier otro aspecto de mi existencia. Desde que tuve mi segundo hijo, mi familia se convirtió en lo primero en lo que pensaba por las mañanas y lo último que se me venía a la cabeza antes de acostarme. A medida que pasan los años esta tendencia se va intensificando: por ejemplo, durante mi asistencia al festival de Toronto, no me podía separar del móvil y me aseguraba de que mis hijos estuvieran bien", explicó a la revista HELLO!
Aunque también admite que sus compromisos más personales podrían afectar a su prestigiosa trayectoria cinematográfica, Kate no ha llegado a pensar en retirarse y, de hecho, asegura que intentará compaginar los dos principales ámbitos de su vida hasta que le fallen las fuerzas. La intérprete pone de manifiesto así que no está acostumbrada a tener que renunciar a sus sueños ni a los objetivos que se marca en la vida.
"Me siento privilegiada por todas las oportunidades que he tenido en la vida y por seguir teniéndolas. Ser actriz has sido siempre mi gran vocación, es una de las cosas que más me apasionan en esta vida y no voy a dejarlo así como así. Pero es cierto que he tenido que reducir mi carga de trabajo para poder cuidar de mis hijos. Era algo inevitable, pero eso no significa que haya perdido la ilusión por mi carrera. Cada vez que ruedo una película me siento como si estuviera en Navidad", indicó.