Nicole Kidman habló con Evening Standard sobre varios temas, incluyendo la finalización de Photograph 51. "Es triste", dijo. "Lo bello del teatro es que nunca vuelve. Es eso, lo haces, y te quedan los recuerdos. Eso es lo que lo hace espectacular. Amé hacerlo cada noche. Había olvidado esa conexión con la audiencia. Y lo inmediato, no lo había tenido en mucho tiempo. Sientes la energía de la audiencia. Incluso el filmar autógrafos a la salida era muy poderoso para mi". Nicole no había hecho teatro en 17 años, y ella decidió hacer el papel de Rosalind Franklin en honor a su padre. "Había una conexión entre la ciencia y su legado, y también con ella", contó. "Sentí la presencia de Rosalind cada noche y estaba muy feliz de hacer que ella recibiera el reconocimiento merecido". Ella quería que la obra se hiciera en Londres, porque "soy australiana, así que Inglaterra y UK es parte de lo que somos, especialmente en el teatro". La actriz agrega que bebió mucha agua antes de salir al escenario por primera vez y que sentía que el corazón se le saldría del pecho.