Kate Winslet brindó una nueva entrevista para la más reciente edición de Vogue que destaca el camino recorrido de la actriz durante toda su carrera, que tuvo su gran oportunidad con Heavenly Creatures. Ha sido un largo camino, "era la niña gorda con los zapatos equivocados. Me decían consistentemente que tenía la talla equivocada y que me tendría que conformar con menos". Aún así, nunca lo hizo porque "no iba a aceptar esa mierda de parte de nadie".
Con una extensa carrera, todo parece haberse alineado hasta protagonizar Lee, su nuevo proyecto que la llevó a tomar su rol como productora a un nivel más personal. La artista fue responsable de las finanzas, de los guiones y hasta de los ángulos de la cámara al filmar, además de tener la responsabilidad de interpretar a Lee Miller. "Francamente, he pasado por muchas cosas, así que hay muchas emociones a las cuales acceder y eso es algo que no tenía cuando era joven", explicó. "Lee fue una mujer que vivió su vida en sus propios términos y pagó un precio emocional muy alto por ello", continuó Kate sobre la corresponsal de guerra que interpreta en la película. "Quería contar la historia de una mujer de mediana edad con fallas, que fue a la guerra y la documentó".
Miller fue una mujer intrépida y valiente que tuvo que pelear para ganarse su lugar en el mundo y luchó contra la depresión y la adicción a las pastillas durante su vida. Todo esto está retratado en el libro The Lives of Lee Miller, escrito por el hijo de Miller, Antony Penrose. Dicha biografía fue la inspiración detrás de la película, que tomó 8 años en poder realizarse. "El proceso de levantar la película fue una lucha fenomenal", dijo la actriz. "Manejé escalando una montaña".
Kate contó cómo fue el día más difícil para ella y su compañera de reparto Andrea Riseborough, quien interpreta a la editora de Vogue, Audrey Withers. Ambas filmaron una escena crucial en Lee, llena de rabia y expiación: “Fue horrendo. Ambas estuvimos de acuerdo en que ese fue, con diferencia, el día de trabajo más duro en un set de filmación que cualquiera de nosotros haya hecho. La realidad es”, continuó, “que hay momentos en que interpretamos personajes en los que realmente nos lastiman por dentro. Y eso tiene un precio, Dios mío". Y agregó con lágrimas en sus ojos: "Es simplemente ridículo".
Por otro lado, Kate es conocida por usar poco maquillaje y apoyar a las mujeres en todo momento. "Tengo mejores cosas que hacer que estar criticando mi físico", dijo. "Creo que cualquier mujer estaría mejor diciendo: 'Creo en mi misma. No importa lo que digan los demás, esto es lo que soy, sigamos adelante'". Aún así, la actriz aprendió a omitir las críticas ajenas de la prensa. "Creo que eso viene de haber sido el blanco del peor escrutinio, e incluso diría que bullying, de parte de la prensa cuando estaba en mis 20s".
La artista afirma que viene de una familia humilde y asegura que siempre lee sobre la lucha financiera de la gente para poder ayudar a la gente mandando dinero. "Cualquier cosa que huela a injusticia social, que una persona no pueda hacer algo sólo porque sus padres no tienen dinero en el banco, me vuelve loca”, contó. “Estoy segura de que si no fuera actriz habría terminado siendo abogada". Por ello, Kate quiere contar historias que "no solo se queden en las mentes de la gente, sino que incluso abran debate y hagan una diferencia".
Winslet dijo que las actitudes hacia las mujeres en la industria cinematográfica están cambiando, pero es una lucha continua. Criticó cómo los ejecutivos masculinos la trataron con condescendencia cuando intentaba recaudar dinero para Lee. “Los hombres que piensan que quieres y necesitas su ayuda son increíblemente indignantes”, dijo. “Incluso un director me dijo: 'Escucha, tú haces mi película y yo conseguiré que financien a tu pequeña Lee...' ¡Pequeña! O tendríamos inversores masculinos potenciales que dirían cosas como: Díganme, ¿por qué se supone que me debe gustar esta mujer?"
Winslet reconoció que el movimiento #MeToo había empoderado a las actrices. "¡Ay dios mío! Esta es la mejor parte. Ahora las actrices jóvenes (que me jodan) no tienen miedo. Me enorgullece mucho. Y pienso: Sí, toda esa mierda, toda la lucha, todo el uso de mi voz durante años, el hecho de que a menudo me señalen con el dedo y se rían de mí, ¡me importa una mierda! Todo valió la pena. Porque la cultura está cambiando de una manera que ni en mis sueños más locos hubiera imaginado cuando tenía 20 años”. Ella dijo que estar el negocio siendo una joven actriz “me fortaleció absolutamente, pero lo único que me dio, más que cualquier otra cosa, fue una profunda comprensión de lo que significa interpretar a un personaje como Lee Miller”.
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