El sitio The Film Experience realizó un Top 3 con las mejores performances de Kate Winslet en las películas de época, con motivo del estreno de A Little Chaos:

1. Sense and Sensibility (1995)


Provando que las películas de época le quedaba bien desde el comienzo, el primer papel nominado al Oscar de Winslet fue el de Marianne Dahwood en la adaptación de la primer novela publicada de Jane Austen, Sense and Sensibility. Pero el director Ang Lee tenía que convencerse de que Winslet era la actriz indicada para el papel, ya que a él no le importó su filme debut de 1994, Heavenly Creatures. E incluso luego de elegirla para el personaje, en el primer día de filmación, no estuvo impresionada por su trabajo, y le dijo que debía hacerlo mejor. La crítica debió encender algo en ella, porque Winslet se entregó completamente al personaje con determinación y gusto. Su Marianne es un corazón sangrante que quiere revelar todo lo que hay bajo la manga para que el mundo vea. Incapaz de esconder sus emocionaes turbulentas, ella se permite gobernar por el amor. Y Winslet la interpreta sin juzgar su naturaleza impulsiva, abrazando el romanticismo y el temperamento de Marianne. Pero incluso el fuego forestal no puede arder por siempre. En la escena más desgarradora del filme, los ideales pasionales de Marianne son extinguidos cuando ella camina entre los páramos cerca de la casa del hombre que la ha abandonado. Influenciada por su devoción a los poemas y a las novelas románticas (como preparación, Winslet leyó y estudió trabajos de la época para lograr el estado mental de Marianne), ella está dispuesta a morir por sus sueños de amor. Pero en vez de morir, Marianne experimenta un renacimiento, permitiéndose algo del razonamiento de su hermana. Siendo capaz de mirar las cosas con más entendimiento, la transformación de Marianne puede sentirse como si su personaje fuera derrotado, pero lo que Winslet hace maravillosamente es traerle a Marianne una nueva madurez sin perder la chispa que la hace seguir creyendo en la posibilidad de amar.

2. Jude (1996)


En este film poco visto pero devastador, Winslet brinda una de las performances más complejas como Sue Bridehead, una mujer fuerte e independiente en la Inglaterra de 1800. Mientras pasan los trágicos eventos en esta adaptación por Michael Winterbottom de la controversial novela de Thomas Hardy, Jude the Obscure. Winslet la salva de convetirse en un golpe triste. Sus primeras escenas con Christopher Eccelston tienen una fácil alegría, especialmente en una escena en un pub donde Sue fuma y bebe cerveza con los dueños del bar. Recordando las escenas de Titanic, pero más centrada y sexy, siendo Winslet más natural que Rose. Ambos actores tienen mucha química juntos, lo que permite que queramos que sus personajes terminen juntos dejando de lado el hecho de que son primos y ya están casados. Desafortunadamente, la necesidad de Sue de desafiar las convenciones, su negación al conformismo de los standards de la sociedad victoriana, se convierte en su perdición. Sin spoilers, pero el trágico incidente te pega fuerte. En la escena más horrenda de la película, Winslet está silenciosa y sigue insensible al dolor. En la escena siguiente donde tenemos nuestra catarsis cuando ella cae al suelo, doblando su cuerpo mientras deja escapar aullidos de dolor. Ya no estamos mirando a una actriz trabajando, sino sintiendo el dolor sin fondo.

3. Hamlet (1996)


Un papel que ha sido interpretado en películas por Jean Simmons, Marianne Faithful y Helena Bonham Carter, la versión defintiva en la pantalla de la heroína de Shakespeare, Ophelia, tiene que ser Kate Winslet. En la versión de 4 horas de Kenneth Branagh con actores como Derek Jacobi, Julie Christie, Richard Attenborough, Judi Dench, y John Gielgud, Winslet es la que sobresale como la mejor intérprete. Y es impresionante porque, diferenete a la mayoría de los actores británicos, Winslet nunca tuvo entrenamiento en lo clásico. Luego incluso rechazó aparecer en The Bridge Project de Sam Mendes porque no sabía como hacer su interpretación. Es sorprendente porque Winslet es una actriz sin miedo a los desafíos y su Ophelia funciona precisamente por esa falta de miedo. Es una Ophelia sin miedo de su sexualidad, una joven descubriendo las realidades ásperas de las acciones de los hombres y lo que significa darte a alguien. Winslet le da un entendimiento mientras trata de mantener su fragilidad que la lleva a su final. Ophelia es definitivamente una parte con en su descenso a la locura, pero en vez de ser teatral y estudiada, Winslet interpreta esas escenas como maníaca y desquiciada, sorprendiéndonos con su interpretación y su cruda modernidad. Esto no quiere decir que es incapaz de usar las palabras de Shakespeare de la forma esperada. Ella no está atada a eso, está más concentrada en capturar el estado mental de Ophelia y permitirle al texto llenar sus emociones. En una obra de 400 años, la más reproducida de todas las obras de Shakespeare, la interpretación de Winslet ayuda a sentirte como si la vieras por primera vez.