Kate habla sobre los inicios de su carrera y su debut como directora en 'Goodbye June'

 Kate Winslet brindó una nueva entrevista para Hollywood Authentic y viajó a su natal Reading junto a Greg Williams para hablar sobre su carrera. "Solía hacer muchos doblajes para niños de películas extranjeras porque tenía buen oído para los acentos. Doblé películas danesas al inglés, y cosas por el estilo. Pude comenzar a ahorrar, ya sabes, para mi vida", contó sobre sus primeros trabajos. Aunque actualmente viaja por el mundo filmando sus proyectos, hasta los 17 años su vida estaba en Reading. "Viví aquí hasta los 17 años y obtuve mi primer película. El teatro Hexagon fue la primera vez que me subí a un escenario a los 11, en una producción de Bugsy Malone", dijo, y agregó: "La gente no cree esto sobre mi, hablo muy bien, así que sueno como si tuviera una buena educación privilegiada. Y ese no es mi caso. Mis padres tenían muy poco. Lo que hicieron por nosotros, ya que era gratis, fue inscribirnos en una compañía teatral fantástica que estaba aquí en Reading, la cual fue increíble y fenomenalmente diversa e inclusiva, tenía niños desde la edad de 8 hasta adultos. Fue nuestro primer acercamiento a lo que significaba ser parte de una comunidad creativa, cuando haces un espectáculo y creas una pieza de arte en donde se involucra mucha gente". 

Kate contó lo que aprendió en esos años en el teatro, diciendo que tenías que "colaborar y concentrarte". "Teníamos muchas rutinas de baile y diálogos que aprender, y todos teníamos que cuidarnos, y turnarnos para obtener los papeles. Nunca tuve grandes papeles en esa compañía teatral, pero no importaba, porque nos hacían sentir a todos importantes. Fue una de las mejores cosas que nuestros padres hicieron por nosotros, porque significaba que nuestra vida no giraba en torno a la escuela y las políticas escolares. Particularmente, no me gustaba la escuela y no creo haberlo pasado bien allí. Pero aquí sí lo hice. Mi mamá y mi papá probablemente sentían una  gran culpa por no poder pagarnos lecciones de piano o una escuela de dance o actuación, pero sí pudieron darnos estas experiencias de comunidad, y de formar parte de algo que significó que nuestra autoestima como personas siempre estuvo bastante bien equilibrada", dijo, agregando que ahora todo es mucho más difícil gracias a las redes sociales: "Es mucho más difícil para los niños de ahora con las redes sociales y la gente comparándose constantemente, queriendo caer bien y desmoronándose si no les cae bien. Es una locura. Es una forma inventada de cómo debería crecer la autoestima natural, cuando en realidad es simplemente formar parte de la vida y comunicarse con los demás lo que a menudo te da la mejor medida de en quién te estás convirtiendo en el mundo, tu lugar en él y cómo descubrir quién quieres ser. Tuvimos muchísima suerte de tener eso. Menos mal que no existían los teléfonos móviles".

¿Qué han significado todas estas experiencias para Kate? "Para mi, aquí es donde aprendí a actual. Estaba aprendiendo como hacerlo todo: actuar, bailar y cantar, lo cual es importante, porque aprendes a entender tu cuerpo como algo que tienes que cuidar. Y aprendes sobre sus límites. Hay cosas que aprender y eso incluye una gran cantidad de confianza. Así que la forma en la que aprendí a escuchar y a respetar el espacio de otras personas, comenzó aquí. Y de hecho, al dirigir ahora, fui plenamente consciente de mi capacidad para cautivar a todos. Siempre lo he hecho como actriz. Pero como directora, mi trabajo es 100% hacerlo, cautivar a todos. Y como la película que hice trata sobre una familia, quería que la experiencia en el set se sintiera lo más parecida posible a eso, para que todos lo hicieran por ósmosis".


Uno de los mejores recuerdos que tiene Kate de sus días en el teatro Hexagon son las noches de apertura de sus obras teatrales en donde "mi mamá y mi papá encontraban alguna manera de mandarme flores. Era increíble, ser niña y que tus papás te enviaran flores. Recuerdo ver la letra pequeña de mi madre en la tarjeta. Nunca fui la estrella. Nunca conseguí el papel principal. Nunca se me ocurrió, porque no era por eso que lo hacía. Nunca busqué la fama. Nunca me preparé mentalmente para cumplir el gran sueño de convertirme en una actriz famosa".

Aunque empezó como artista amateur en el Hexagon, Kate pronto trasladó esa experiencia a la escuela de teatro y empezó a conseguir trabajo pagado. "Conseguí una beca parcial y mi abuela contribuyó con algo durante el primer año", comentó. "Luego empecé a conseguir trabajos de doblaje y eso se destinaba a la matrícula. Poco a poco, pude pagarme la matrícula yo misma". La actriz, quien afirma que no ha realizado una obra teatral desde sus 18 años, afirma que "como actriz, la mayor parte del tiempo de preparación se pasa simplemente cagándose de la risa, procrastinando… Si me estoy preparando para una película, me despierto a las tres y media de la mañana y pienso: «Bueno, ya estoy despierta. Mejor me levanto y me entra un poco más de pánico». Entonces doy vueltas, aprendo diálogos a ciegas o descifro cosas de los personajes. Y esa experiencia de preparación para una película a menudo puede ser un poco destructiva porque hay mucho pánico. Y luego, cuando empiezas, todo va bien. Estás metido en ello. Y con Goodbye June, no tuve tiempo de pensar en los nervios. Tuvimos un buen periodo de ensayo, muy concentrado, porque sé lo terrible que es para un actor estar en racha ensayando y que de repente te saquen para dar clases de dialecto o para practicar lucha…".

Su debut como directora le permitió hacer cosas que realmente esperaba como actriz. "Pude hacer muchas cosas que tenía en mi lista de deseos privada", asintió. "Como actriz, pensé: 'Un día, si alguna vez dirijo, realmente me encantaría no tener pértigas en postes. Realmente me encantaría tener cámaras bloqueadas, y que el equipo simplemente se alejara, para que los actores puedan estar en ese espacio juntos'. Y pude hacer eso en Goodbye June. También fue muy importante que creáramos un ambiente en el set realmente respetuoso, tranquilo, consciente e inclusivo. Tuvimos un niño actor en el set con necesidades especiales y un niño que era neurodivergente, así que importaba que todos se sintieran seguros y apoyados, porque no es algo que a menudo se tenga tan en cuenta. Sentí que, tras haber experimentado entornos laborales realmente beneficiosos, y algunos menos beneficiosos, durante 33 años de carrera, pude crear el entorno de mis sueños como actriz y brindárselo a los demás actores"

Con sus dinámicas y diálogos familiares caóticos, el público sin duda reconocerá muchos aspectos de la vida familiar en la película de Kate. "Creo que algunas de nuestras relaciones más complicadas en la vida son con las personas que más queremos en el mundo. Y para poder crear eso, sabía que tendría que crear un entorno en el que todos se sintieran no solo seguros y escuchados, sino también, a veces, apoyados, porque todos los miembros de nuestro elenco habían experimentado alguna pérdida, ya sea de un padre, de un familiar muy cercano o de un amor del pasado. Compartir esas historias fue difícil para ellos. Pero cuando haces algo como Goodbye June, que trata sobre la familia y la pérdida a partes iguales, sabes, como actor, que tendrás que hablar de las cosas difíciles que intentas dejar atrás. Este era un espacio donde todo eso tenía que estar incluido".

Otros aspectos que Kate disfrutó fueron la edición, la mezcla de sonido, y todo todo el proceso creativo. "Me encantó todo. Sin duda, quiero hacer más. He trabajado con directores increíbles y también con otros que quizás no se sentían tan cómodos trabajando con actores, directores más visuales. Así que, sin duda, he aprendido que hay cosas que debía evitar con los actores. A veces me aferraba a cosas que sabía que no le diría a un actor, porque me resultaban inquietantes o simplemente no me ayudaban. Pero recibí un gran apoyo de Francis Lee, quien me recordó que debía confiar en mí misma. Todd Field y Todd Haynes también me apoyaron y animaron de forma brillante, y Jocelyn Moorhouse, quien me señaló ciertas cosas en las que, según ella, podía apoyarme, dentro de mi propia integridad creativa".

Luego de crear un ambiente cómodo y dirigir el rodaje de 35 días, Kate afirmó que sus compañeros actores no querían dejar el set. "Mi vida se basa en una gran sonrisa y mucha energía positiva. Y siempre he sido así como actriz, porque ser el número uno en la lista de candidatos conlleva una responsabilidad; tu energía está al cien por cien marcando el tono. Así que si has tenido una discusión con alguien en casa, un compañero te ha molestado o algo no ha salido según lo previsto, tienes que dejarlo atrás. Puedes cambiar el curso de todo el día y, a menudo, puedes hacer que las cosas sean fantásticas si simplemente decides poner esa energía en ello. Y como directora, lo hacía multiplicado por diez. Definitivamente aprendí que, como directora, ¡que el estrés simplemente se lleva dentro!"

Y pesar de tener una carrera consolidada, Kate afirma que nunca ha vuelto a realizar teatro para estar presente en las vidas de sus hijos: "He estado varias veces muy, muy cerca, y luego el tiempo no ha funcionado. Y creo que parte de la razón por la que todavía no he hecho teatro es porque tuve un hijo de muy pequeño. Tuve a Mia cuando tenía 25 años. El teatro es bastante impráctico cuando eres madre, porque trabajas por las tardes y todo el fin de semana. En cambio, al menos con las horas de rodaje, aunque sean mucho más largas, no trabajas realmente los fines de semana y normalmente puedes volver a tiempo para acostar a los niños. Así que eso marca una gran diferencia"

El padre de Kate sufrió un terrible accidente cuando se le cortó el pie a la altura del tobillo con una cuerda de barco y contó como se relaciona con Goodbye June. "Le volvieron a colocar el pie en una operación masiva de 18 horas durante la cual casi muere dos veces. Así que crecimos con todo nuestro universo bastante diferente desde entonces, porque la vida ya era bastante difícil en cuanto a recursos económicos y simplemente intentar sobrevivir. Y luego las cosas se complicaron mucho cuando papá quedó discapacitado". También hay un vínculo familiar, ya que el guion está escrito por su hijo, Joe. "Joe consiguió un lugar en la escuela de guion después de terminar sus bachilleratos». Al terminar la escuela, le costó mucho declarar que quería dedicarse a la industria cinematográfica. Lo sentí con mucha intensidad, y creo que una parte de él casi se resistía a que fuera cierto. Quizás, como yo, nunca querría hacer nada a menos que sintiera que realmente podía hacerlo o aportar algo significativo. Así que consiguió una plaza en la escuela de guinistas, y un fantástico tutor de escritura lo animó: «Escribe sobre lo que sabes, Joe». Lo más significativo de su vida fue la pérdida de su abuela, mi madre, y cuando ella falleció, él tenía 13 años y medio. Todos nos unimos como familia y le dimos este fallecimiento que no solo se merecía, sino que habría deseado. Le impactó que a tan pocas personas les sucediera eso, ya sea por pura geografía, porque la muerte puede sorprenderte o por otras razones familiares más complejas. Así que creó una historia que trataba principalmente sobre una familia que se reunía mientras se adaptaba a la inminente pérdida de la matriarca. El contexto es muy similar al de mi propia familia: hermanas, un hermano, una madre y un padre que han estado casados ​​para siempre. Mis padres estuvieron casados ​​para siempre hasta que falleció mi madre. Y ese era el contexto".

Kate originalmente iba a producir la película e interpretar a Julia, la hija organizadora (porque quería interpretar a la hermana menos parecida a ella), pero mientras debatía quién debía dirigir, sintió que no podía cederle el papel a nadie más. Fue entonces cuando se dio cuenta de que quería dirigirla ella misma. "Como actriz, me importa contar historias que no solo ojalá conecten con la gente, sino que les hagan sentir que sus historias tienen un lugar para ser contadas. Espero que, si sigo dirigiendo, siga en esa línea de asegurarme de que la gente tenga una plataforma para expresarse y de que esas historias se cuenten. Porque, a menudo, eso no siempre ocurre".

Durante la entrevista, Kate y Greg visitaron la tienda de comestibles donde Kate trabajó de adolescente y nos subimos al coche para el corto trayecto. «Estaba allí trabajando cuando recibí la llamada para comunicarme que me habían elegido para Heavenly Creatures, y esa fue la película que realmente marcó el inicio de mi carrera». Es una locura, hace 33 años —me cuenta mientras conduce. Después de rodar la película, volvió directamente al trabajo, como siempre hacía su padre—. Bueno, sí, porque así es la vida de un actor. Eso es también lo que vi de pequeña. Aunque había muchos actores en mi familia, eran completamente pobres. De hecho, suele ser muy difícil ganarse la vida —todavía hoy— siendo actor. Siempre hay que tener un plan de contingencia. Así que volví directamente al trabajo, pensando: "Bueno, haré esto hasta que llegue la próxima audición...".

Durante la entrevista, Kate aprovechó para fotografiarse y hablar con fans: "Al principio de mi carrera, los grandes medios de comunicación de este país no eran muy amables conmigo. Así que aprendí hace mucho tiempo a que no me importara lo que pensara la gente. Pero es muy diferente a preocuparse por lo que siente la gente. Y a mí sí me importa. Cómo hago sentir a la gente es muy importante".

Aprender también es importante para ella. "Siempre lo he dicho: como actriz, nunca puedes dejar de aprender. Si decides que lo sabes todo, estás perdida, porque significa que dejarás de escuchar y no prestarás atención, no solo a lo que dicen otros actores, sino a lo que podrían aportar y que realmente podría tener un impacto en la interpretación que estás a punto de ofrecer, algo que quizás creías que iba a salir de ti de cierta manera. Al empezar a dirigir, me sentía realmente segura de qué hacer con un grupo de actores y cómo construir una historia. Pero, por supuesto, habría cosas que nunca había hecho antes, ¿sabes? La riqueza de información y conocimiento que pude obtener trabajando con esta gente brillante fue simplemente increíble. No quiero dejar de hacerlo nunca. Es el período más intenso y constante de trabajo, absolutamente sin descanso. Empecé a trabajar en la película el 3 de enero y apenas ahora, en octubre, he empezado a respirar. En teoría, debería estar agotada, pero no lo estoy en absoluto. Me siento completamente empoderada y animada por el trabajo, porque me supuso un gran reto y me sentí realmente enriquecida con toda la experiencia, momento a momento"

Al acercarse a su casa de la infancia en Oxford Road y aparcar, cuenta que se aseguró de que la experiencia de ser 'debutante' se transmitiera a otros. "Tuve a mucha gente debutante en esta película. Si yo era directora debutante y mi hijo guionista debutante... así que pude darle una oportunidad a un compositor debutante, a un escenógrafo debutante, a un diseñador de vestuario debutante. Fueron cosas maravillosas de hacer por la gente", y comentó que se siente 'nerviosa', pero "algo que he hecho estratégicamente a lo largo de mi carrera para mantener los pies en la tierra y la calma es no leer nunca las reseñas. Aunque sea buena, no la leo, porque se me queda grabada y no me sirve de mucho. Claro que esperamos que la gente la vea, que se lleve algo, que se conmueva y, con suerte, incluso que se anime, porque esa es nuestra intención. Pero creo que, si intento responder a tu pregunta, me va a resultar un poco más difícil evitar lo que la gente piense de la película".

La casa donde la actriz creció está muy deteriorada desde que Kate vivió allí de niña, con periódicos en lugar de cortinas y una puerta tapiada. No se sabe si está habitada. "Me fascina lo parecida que es aquí, pero me da pena la casa; es una pena que ya no parezca un hogar. Cuando vivíamos aquí, nunca estábamos tristes. Éramos muy felices, teníamos una vida maravillosa. Solíamos columpiarnos en esta puerta, recuerdo el sonido del buzón…", dijo. Kate se emociona cuando encuentra los restos de la jardinería y el pavimento de su madre. "Nos sentíamos muy afortunados con lo que teníamos. Teníamos una casa, este bonito jardín, y teníamos nuestro conejo, y nuestra abuela no vivía muy lejos... Estábamos muy apretados, y las paredes eran finas como el papel, pero éramos muy felices. Y no muchos niños pueden decir eso. Creo que lo que realmente me dio mi educación es un sentido de perspectiva sobre lo que es importante. Y nunca, nunca, nunca he perdido esa perspectiva. Ya sabes, la familia, la gratitud, una comida compartida, una experiencia compartida, ese sentido de comunidad y espíritu de equipo. Crecimos simplemente superándonos y sacando lo mejor de cada cosa. Y sigo teniendo esa misma actitud ahora, en un sector donde la gente puede perder un poco el rumbo o el sentido de prioridad, y además creerse a todos los que dicen "sí" a su alrededor. ¡Desconfío profundamente de la gente que me dice "sí" todo el tiempo! Así que, sí, ¡me ha enseñado a ser muy buena para ver a través de todas las tonterías!".

¿Y cómo se siente Kate volviendo al lugar donde creció? Ella afirma: "Reading me hizo bien. Pero diré esto: siempre supe que no estaba destinada a estar aquí. Estaba destinada a irme y encontrar mi camino en otro lugar. Lo sentía con mucha fuerza".

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