"Si piensas que lo que estoy haciendo es genial deberías ver a alguien más", dijo Anne Hathaway a Elle la noche del sábado. "Estoy al fondo de un increíble tótem". La actriz ganadora del Oscar estaba hablando de su rol de anfitriona de la fiesta de Elyse Walker, Pink Party, que se realizó en Santa Mónica este fin de semana. Este evento anual, que recauda dinero para el Programa de Cáncer del instituto del Sedars Sinai, alardeó de cócteles rosas, decoración rosa, e incluso (para deleite de todos) cronuts rosas. Como anfitriona, Hathaway brindó un conmovedor discurso de porqué quiso involucrarse, derramando algunas lágrimas. Para Hathaway, apoyar la investigación contra el cáncer de mama es importante desde que una gran amiga suya luchó contra esta enfermedad. La estrella se sentó en primera fila durante el desfile de moda junto a su marido, Adam Shulman, la estilista Rachel Zoe, aplaudiendo al compas de la música las muestras de Valentino, Lanvin y Chloé. Ella bebió champagne y saludó a otros invitados, incluyendo a Usher, Kate Beckinsale y Paz Vega. Cuando el desfile terminó la multitud vestida de rosa se sumó a la pista de baile para un baile salvaje.
Fuente: Elle
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